Hay
ciertos medicamentos que, por lo muy presentes que están en nuestro día a día,
tendemos a creer que conocemos al dedillo. Un buen ejemplo son las pastillas
anticonceptivas femeninas. Quien más, quien menos ha tomado en un momento dado
este tratamiento hormonal o conoce a alguna mujer en su entorno que lo haya
hecho. Así, nos vemos capaces de hablar de sus efectos, su rendimiento, su
nivel de seguridad o sus efectos secundarios con un aplomo que en ocasiones nos
lleva a sacar conclusiones un tanto peregrinas. Los últimos meses, en plena
efervescencia del debate sobre las contraindicaciones de los anticonceptivos
combinados por vía oral, han servido para crear nuevos mitos en torno a este
fármaco y alimentar otros ya existentes. La relación entre la píldora y el
aumento de peso, los riesgos de accidente vascular, el fantasma de la
infertilidad y tantas otras cuestiones se han puesto ahora de nuevo sobre la
mesa. El cuestionamiento de Diane 35 nos ha hecho darnos cuenta de lo poco que
realmente sabemos sobre este tema. Y si escasos son nuestros conocimientos en
esta materia, podemos aventurar que más pobres serán en lo que respecta a la
píldora del día después. Por eso, hoy le dedicamos un espacio en exclusiva.
¿Qué es la píldora del día siguiente?
Se
trata de un medicamento anticonceptivo de emergencia que puede administrarse
para evitar quedarse embarazada como consecuencia de haber mantenido relaciones
sexuales sin protección o tras haber fallado el profiláctico utilizado. En
contra de lo que muchos consideran (erróneamente), no se trata de una pastilla
abortiva. En ningún caso servirá para detener el normal desarrollo de un feto
ya gestado, por lo que no puede emplearse como sistema para interrumpir un
embarazo no deseado. Su función preventiva hace que sea necesario usarla en un
corto plazo tras haber practicado sexo. Dependiendo del modelo de pastilla del
día después administrada, el margen de actuación irá desde las 72 a las 120
horas. Eso sí, el nivel de efectividad de la misma varía a medida que trascurre
el tiempo. En España las más comercializadas son ellaOne (HRAPharma) y Levonelle (Bayer), administrables en
monodosis.
Efectos secundarios de la píldora del día
después
Cualquiera
de las pastillas del día siguiente disponibles en el mercado cuenta en su
composición con: un derivado hormonal llamado levonorgestrel, acetato de
ulisprinal o mifepristona. La dosis de
estos compuestos puede provocar reacciones adversas en el organismo de la
mujer, pero éstas tenderán a remitir con el paso de los días. Las náuseas, los
mareos, el machado menstrual, las molestias o el dolor abdominal, así como una
mayor sensación de cansancio son frecuentes. En caso de observar otras
complicaciones o de que las anteriores sean persistentes, lo más aconsejable es
recurrir al doctor de familia o al ginecólogo. Una información adecuada es sin
duda lo más útil a la hora de hacer uso de la píldora del día después. No
sigamos considerando que se trata de un simple anticonceptivo.
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