5 de junio de 2013

Tratamientos para la menopausia: alimentos clave



La menopausia no es más que otra etapa en el ciclo vital de la mujer. Sin embargo, durante siglos se ha tendido a estigmatizarla, haciendo del final del período fértil de la mujer todo un tabú. Afortunadamente, a día de hoy la situación ha evolucionado notablemente. No solo existen interesantes iniciativas que pretenden dar visibilidad a las características específicas de la salud de la mujer madura, sino que se comercializan nuevos tratamientos para paliar los síntomas de la menopausia. Para completar la acción de los mismos y mejorar la calidad de vida femenina, hay toda una lista de alimentos que pueden añadirse a la dieta ordinaria. Al fin y al cabo, somos lo que comemos. 

Menopausia: síntomas y tratamiento
El descenso de los niveles de estrógeno asociado a la interrupción de la ovulación puede producir alteraciones de diverso alcance en el organismo femenino. Aunque las manifestaciones de la menopausia varían en función de cada mujer, suelen darse molestias como sofocos, irritabilidad, calambres o dificultad a la hora de conciliar el sueño. Las terapias de reemplazo hormonal actuales se han revelado muy eficaces a la hora de combatirlas, compensando la falta de hormonas naturales. 

Por una menopausia saludable
Además de seguir un tratamiento farmacológico para la menopausia, se pueden reducir los síntomas anteriores con la ayuda de ciertos alimentos. La mayoría de ellos forman parte de la lista de la compra de muchos hogares, por lo que resultan un remedio de lo más cómodo y asequible. Se trata en su gran mayoría de productos ricos en determinados minerales (hierro, selenio, potasio, magnesio) y vitaminas (B, C, D), que fortalecen el organismo y contribuyen a combatir desde el insomnio al empobrecimiento de la calidad del cabello. Los más importantes son: la soja, la salvia, el pimentón verde, el brócoli, el pescado, las espinacas, los yogures naturales, la leche, las manzanas, los plátanos, el repollo, los huevos, la piña o las nueves. Además, hay que recordar que es esencial mantener un buen nivel de hidratación. El agua prevendrá la sequedad vaginal, común en esta fase. Las grasas saturadas son el peor enemigo de la mujer menopáusica, por lo que deben evitarse en la medida de lo posible. Trucos sencillos para una madurez más cómoda. 

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