31 de octubre de 2013

Tofu, el alimento clave en la menopausia


Cada vez tomamos más conciencia sobre el papel clave que la alimentación desempeña en  el equilibrio de nuestro cuerpo y mente. Frente a los avances experimentados por la medicina en los últimos años, hemos descubierto también que la naturaleza nos ofrece recursos de primer orden para completar el tratamiento de algunas afecciones comunes. Siguiendo el ejemplo de nuestras abuelas, estamos recuperando y poniendo en valor remedios naturales basados en las propiedades de hierbas, frutas y vegetales. El éxito cosechado por la colorterapia es un buen ejemplo de ello, enseñándonos a diseñar una dieta acorde a las necesidades de nuestro organismo. Conocemos ya algunos de los alimentos que pueden ayudarnos a prevenir la hipertensión, a controlar el colesterol malo o controlar la diabetes tipo II. Ahora sabemos un poco más sobre cómo sobrellevar mejor los síntomas de la menopausia. El tofu es la clave.

Historia del tofu
El tofu es uno de los alimentos que más en boga están en estos momentos. Periódicamente asistimos al ascenso y posterior caída de determinados productos como resultado de su estratégica promoción con el objetivo de abrirles mercado. Sin embargo, el tofu parece que no será flor de un día. Y es que aunque para nosotros sea toda una novedad en nuestras mesas, este majar tiene una larguísima trayectoria que se remonta a la Antigua China. Exportado a Japón, Corea y el resto del Lejano Oriente, no ha dado el salto masivo a Europa hasta las últimas décadas. A pesar de que últimamente esté en boca de muchos de nosotros, seguimos sin tener una percepción clara de qué es. Si el kefir ya nos resulta fascinante, el tofu es de lo más exótico. En realidad, se trata de cuajada hecha a base de leche de soja. Para su realización no se necesitan más que tres ingredientes esenciales: semillas de soja, agua y un coagulante o solidifican que dé origen a su especial textura. El resultado es un producto cuya apariencia nos recuerda al queso fresco, cremoso y delicado. A la hora de consumirlo ofrece numerosas posibilidades, siendo tremendamente versátil en la cocina. Crudo, en ensaladas o como guarnición, el tofu es un complemento óptimo. 

Tofu para la menopausia
Sabemos que la leche es un alimento capital a la hora de garantizar la salud y el buen estado de nuestros huesos. El calcio que nos proporciona, ya sea directamente o a través de sus derivados, abastece las reservas de nuestro organismo. Es importante incluirla en nuestra dieta desde la niñez, fortaleciendo así nuestro esqueleto y evitando complicaciones en la madurez como la fragilidad ósea, el riesgo de fracturas o la osteoporosis. Uno de los riesgos principales de la menopausia y sus alteraciones hormonales es el desarrollo de ésta última patología. Y es que los niveles de calcio tienden a descender en la misma medida en que caen los niveles de las hormonas femeninas. Suplementos alimenticios y diversas terapias de reemplazo hormonal suelen ser el tratamiento básico para paliar los efectos de la menopausia sobre el cuerpo de la mujer. Para aquéllas que sufran algún tipo de intolerancia a la lactosa o prefieran optar por otras alternativas a la leche pura, la soja se presenta como una alternativa excepcional. Se ha demostrado que este alimento, además de tener un bajo aporte calórico, contiene elevados niveles de isoflavonas, principales reguladoras de los estrógenos. Así, actúa compensando los niveles de hormonas en el cuerpo de la mujer. La soja es, por lo tanto, un potente escudo frente a la osteoporosis y el cáncer de mama, entre otros. El tofu posee todas las cualidades de la soja, con el añadido de su especial presentación y formato. Sus aminoácidos esenciales hacen también de él un interesante y nutritivo alimento, especialmente indicado para su combinación con complementos proteicos como los cereales o las legumbres. Pongamos una dosis de tofu en nuestra vida y evitemos las complicaciones de la menopausia.

29 de octubre de 2013

Bolas chinas: mucho más que un juguete sexual


En los últimos años, las bolas chinas se han puesto de moda. Mucho hemos oído hablar de ellas, aunque no siempre con propiedad y conocimiento de causa. Y es que las bolas chinas no solo son un estupendo complemento para nuestros prolegómenos sexuales, sino que poseen aplicaciones terapéuticas de lo más interesante. Por eso, hoy dedicamos un espacio propio a sus propiedades menos conocidas. Veamos cómo nos ayudan las bolas chinas a la hora de mejorar nuestra salud vaginal. 

¿Qué son las bolas chinas?
A pesar de que probablemente todos conozcamos a grosso modo en qué consisten las bolas chinas, nunca está de más repasar algunas de sus características. Sabemos que consisten en dos esferas engarzadas, pero puede que no seamos tan conscientes de que se trata de un artilugio fabricado a base de silicona y que contiene unas pequeñas bolitas en el interior de las grandes. Se ha elegido ese material por sus cualidades hipoalergénicas y la facilidad para su limpieza y cuidado. Y es que las bolas chinas requieren un especial mimo, siendo lo más recomendable guardarlas en una cajita o en una funda protectora para evitar que se ensucien y nos causen infecciones. Gracias a que las bolitas que contienen están en continuo movimiento, se produce una vibración en la superficie que actúa estimulando la vagina y potenciando el deseo sexual. Al contrario de lo que podamos pensar, son bastante pesadas. A modo de curiosidad, hay que decir que el nombre de este juguete sexual no hace justicia a su origen real. Las bolas chinas son, en realidad, japonesas. Son una creación personal de un emperador rodeado de concubinas y con poco tiempo para regalarle a cada una de ellas unos buenos prolegómenos. 

Suelo pélvico y bolas chinas
La clave para entender las propiedades de las bolas chinas en la mejora de nuestra salud genital está en el peso variable que conllevan. Al tratarse de un elemento pesado, la propia gravedad hace que tiendan a desplazarse hacia el exterior de la vagina. Ante dicha sensación, nuestros músculos pélvicos reaccionan contrayéndose de forma automática. La repetición de dichas contracciones es un estupendo ejercicio para conseguir reforzar y fortalecer los músculos vaginales. A continuación resumimos algunas recomendaciones para un buen uso ginecológico de las bolas chinas:
- Su colocación exige una relajación total por nuestra parte. Hay que tomarse el tiempo que sea necesario y evitar los nervios. Solo así conseguiremos que los músculos no estén contraídos. 
- Con las manos limpias y en la misma posición que usamos para colocarnos un tampón, se introducen en la entrada de la vagina. En caso de ser necesario,  el lubricante puede ser un gran aliado a la hora de colocarlas. 
- Si están bien situadas, no deberíamos notarlas hasta comenzar a movernos. Ésa es la mejor prueba de que lo hemos hecho bien. Al caminar, notaremos sin embargo una ligera y placentera vibración.
- Al principio es mejor usarlas en casa hasta que nos hayamos acostumbrado a ellas. Poco a poco, podemos ampliar su uso al trabajo, el gimnasio, etc. Lo importante es sentirnos cómodas. Se recomienda llevarlas durante unos 15 minutos durante la primera semana, aumentando a 30 minutos paulatinamente. 

En tan solo tres meses, las bolas chinas dan un resultado espectacular en el tratamiento de la incontinencia urinaria

24 de octubre de 2013

Calculando los días fértiles de la mujer


A pesar de que cada vez contamos con más fuentes de información, seguimos teniendo grandes lagunas en lo que al conocimiento de nuestro propio funcionamiento biológico se refiere. Puede que seamos capaces de enumerar una serie casi ilimitada de métodos anticonceptivos y marcas de píldoras, pero en muchas ocasiones tenemos verdaderas dificultades a la hora de explicar en detalle el desarrollo de nuestro ciclo menstrual, por ejemplo. A grandes rasgos, sabemos que la menstruación marca un antes y un después en el mismo, siendo la señal física de que no se ha producido la fertilización. Somos conscientes de que existe una serie de días en los que son mayores las probabilidades de que nos quedemos embarazadas si mantenemos relaciones sexuales sin protección, pero, sin embargo, puede que nos cueste más identificarlos. Por eso, nos hemos propuesto repasar cuáles son los días fértiles de la mujer. 

Fases del ciclo menstrual
Teniendo una duración media de entre 21 y 35 días, el ciclo menstrual actúa como regulador del sistema reproductor femenino. Comienza con el primer día del período y se extiende hasta la víspera del inicio del siguiente. Se divide en cuatro etapas, correspondiendo cada una de ellas a un momento en la preparación del organismo ante un posible embarazo. La regla o menstruación da el pistoletazo de salida. Se produce por el desprendimiento de la pared interior del útero una vez que no se ha producido la fecundación y dura entre 3 y 7 días. Luego se produce la llamada fase folicular, que consiste en la regeneración del endometrio. Éste va haciéndose más grueso a medida que aumentan los niveles de estrógeno. Esta hormona está íntimamente ligada a otra, la HL, que desencadena la fase ovulatoria. La ovulación se produce cuando el óvulo maduro se libera del folículo del ovario y desciende hacia la trompa de Falopio. Finalmente se alcanza la fase lútea. En ella, el folículo se transforma en productor de hormonas (cuerpo lúteo).  Sus células producen estrógeno y progesterona en grandes cantidades, estimulando el endometrio. En caso de que no se dé un embarazo, el cuerpo lúteo se descompone y deja paso a un nuevo período menstrual

¿Cuándo soy más fértil?
En la vorágine de cifras anterior, es esencial quedarse con una en concreto cuando el objetivo es quedarse embaraza o evitarlo a toda costa. Se considera que la mujer es más fértil en los momentos inmediatamente anteriores y posteriores a la ovulación, coincidiendo con la liberación del óvulo maduro u ovocito. En aquéllas que tienen ciclos regulares, ello se produciría en torno al día 14 del ciclo. Tiendo en cuenta que el óvulo sobrevive unos 2 días y los espermatozoides son algo más resistentes, puede producirse un embarazo desde los 4 ó 5 días anteriores a la ovulación hasta los dos días siguientes. Son muchas las que echan mano de esta referencia a la hora de mantener relaciones sexuales cuando quieren tener hijos. Para calcularla con más exactitud, se recomienda recurrir a la siguiente fórmula: restar 18 días a los días de duración del ciclo más corto para saber el primer día y 11 al ciclo más largo para tener la fecha aproximada de finalización. Hay que recordar, sin embargo, que no se trata de un sistema infalible.

22 de octubre de 2013

¿Cómo combatir el síndrome premenstrual?


La menstruación, por mucho que sea una fase biológica natural y necesaria en la mujer, no siempre es bien recibida. Y es que son muchas las que sufren molestias en los días previos a su llegada. El síndrome premenstrual puede convertirse en algunos casos en una verdadera pesadilla, condicionando el día a día de quienes lo padecen y alterando su rutina. Frente a ello, solo caben dos opciones: resignarse y esperar con paciencia a que los síntomas remitan o combatirlos de forma eficaz. No dejes que el malestar premenstrual te frene y descubre ya cómo hacerle frente en tan solo unos simples pasos.

El síndrome premenstrual: definición
Sus causas son difusas, pero las consecuencias son reconocidas y evidentes. Las alteraciones hormonales que sufre el organismo femenino durante el ciclo menstrual se dejan sentir tanto en el plano emocional como en el físico. Así, no es raro que muchas mujeres se quejen de diversas molestias una vez al mes. Por si ello fuera poco, el estrés y los problemas emocionales pueden influir negativamente en ellas, haciéndolas más intensas. Los síntomas más frecuentes del síndrome premenstrual son: el acné, la hinchazón y la mayor sensibilidad de los pechos, el cansancio sin motivo aparente, los problemas para dormir, los problemas estomacales, el dolor de cabeza y/ o de espalda, las molestias musculares o de las articulaciones, la falta de concentración, los cambios de humor (irritabilidad, apatía, tensión, etc.), ansiedad o depresión. Las estadísticas demuestran que el síndrome premenstrual afecta a hasta un 85% de las mujeres en edad fértil. Normalmente no suele ser demasiado intenso y no requiere tratamiento o puede solucionarse con un simple analgésico. Sin embargo, se estima que 3 de cada 8 mujeres sufren una versión más severa llamada trastorno disfórico premenstrual que exige otro tipo de medidas. 

Líbrate del síndrome premenstrual
Cada mujer es un mundo, por lo que los remedios para el síndrome premenstrual dependerán mucho de las circunstancias propias. En general se recomienda seguir algunas simples pautas como: 
- Tomar algún suplemento vitamínico que nos dé una dosis extra de ácido fólico y vitamina D
- Hacer ejercicio de forma regular
- Vigilar la dieta, incluyendo en ella frutas, verduras y cereales integrales en abundancia
- Reducir los niveles de sal, azúcar, cafeína y alcohol 
- Descansar lo máximo posible, intentando dormir las 8 horas de rigor cada noche
- No fumar
- Buscar formas de entretenimiento que nos ayuden a liberar el estrés. 

17 de octubre de 2013

Día contra el cáncer de mama: promoviendo la detección precoz


El próximo sábado se celebra el Día contra el cáncer de mama, una celebración de carácter global que pretende ser una llamada de atención sobre una de las patologías más frecuentes en las mujeres. El objetivo de esta jornada es no solo ahondar en los síntomas, las causas y las formas de tratamiento de este tipo de cáncer, sino promover las pruebas para su detección precoz. Y es que el éxito de los programas para su cura pasa en un alto porcentaje por su diagnóstico temprano, evitando así que las tumoraciones avancen. 

El cáncer de mama en cifras
Según los datos proporcionados por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), una de cada 8 mujeres es susceptible de padecer cáncer de mama a lo largo de su vida en nuestro país. En este 2013, se han diagnosticado más de 22.000 casos, siendo la tasa de mortalidad cercana al 13%. Su incidencia es diez veces mayor que la del cáncer de cuello de útero, siendo el más habitual en la mujer por encima del de ovario o cuerpo uterino. Las estadísticas muestran que cada 29 segundos se hace un diagnóstico de cáncer de mama en algún lugar del mundo, ascendiendo a un millón los nuevos casos detectados anualmente. Se ha registrado un mayor aumento de los mismos en países en vía de desarrollo. A pesar de que suela relacionarse con mujeres, el cáncer de mama también puede darse en hombres. 

Diagnosticando el cáncer de mama
Los oncólogos insisten en la necesidad de realizarse autoexploraciones periódicas para detectar la posible aparición de bultos en la zona del pecho y en torno a las axilas. Es importante observar alteraciones en la textura de los pezones, ver si la piel está arrugada o si ha habido algún cambio en su forma o su tamaño. El dolor mamario no debido al síndrome menstrual también suele ser una buena pista a la hora de detectar un cáncer de mama. Es aconsejable acudir al médico de cabecera o al especialista correspondiente de inmediato, pues solo él podrá valorar los pasos a seguir a continuación. La mamografía y la ecografía son las pruebas diagnósticas más utilizadas. Sin embargo, la confirmación definitiva suele requerir una biopsia de la zona afectada. Obteniendo tejido de la misma para su estudio puede determinarse si se trata de una tumoración cancerosa o no. La cirugía es la opción principal para el tratamiento del cáncer de mama en su fase localizada. Hay tres tipos de intervenciones: la tumorectomía (extirpación solo del tumor), la cuadrantectomía (se extirpa todo el área tumoral) y la mastectomía (se extirpa la mama entera). Todas ellas exigen además la extirpación de los ganglios de la axila, evitando así la posible expansión a los mismos del tumor. 

15 de octubre de 2013

Las dietas "detox" a examen


El otoño es el momento ideal para ponernos en forma y afrontar con buena cara la temporada que se avecina antes de que el mal tiempo esté de vuelta. Con las Navidades a la vuelta de la esquina y los vestidos de noche ya en mente, nada mejor que marcarnos un plan de mantenimiento completo que nos ayude a evitar posibles excesos. ¡Que el frío y la lluvia no nos impidan seguir con nuestra rutina saludable! En casa o en el gimnasio, las opciones para continuar con la actividad física regular son múltiples. Y como complemento, nada mejor que una dieta adecuada. Frutas, verduras, pocos azúcares y grasas, una buena dosis de líquidos y proteínas nos ayudarán a conseguir y conservar una silueta de lujo. Adelgazar y mantener el peso conseguido no tiene por qué ser una tarea difícil siempre y cuando se sigan las pautas anteriores. Para acelerar el proceso son muchas las que recurren a las llamadas dietas "detox". ¿En qué consisten?

¡Desintoxícate con tu dieta!
Como tantos otros planes dietéticos, los regímenes "detox" han sido popularizados gracias al poder  que ejercen como reclamo las estrellas de Hollywood. Las exigencias de la industria cinematográfica y de la moda han llevado en los últimos años a  muchas celebrities a buscar nuevas fórmulas que les permitan conservar un aspecto acorde a los estrictos cánones de belleza actuales. Para conseguirlo, no dudan en recurrir a dietas de lo más rocambolesco. ¡Todo sea por lucir una figura espectacular! Gwyneth Paltrow, Donna Karan o Martha Stewart son algunas de las seguidoras confesas de las dietas "detox".  No ocultan su secreto y se han propuesto extender la receta de sus espectaculares cuerpos allá por donde van. Entrevistas, libros, anuncios y artículos en blogs personales han hecho de estos particulares regímenes una referencia para miles y miles de mujeres. Veamos cuáles son sus principales claves. 

Los secretos de las dietas "detox"
- Están concebidas para purificar el organismo. De ahí la etiqueta de "desintoxicantes". 
- Son dietas radicales, pues reducen la ingesta de alimentos a una serie restringida de los mismos.
- Giran en torno a un elemento concreto, elegido en función de sus supuestas cualidades depurativas.
- Son de duración limitada. Normalmente se reducen a una semana o diez días. Al ser planes nutricionales especiales, la tolerancia del organismo a los mismos es baja.
- No actúan contra el efecto rebote. Lo más importante a la hora de seguir una dieta es gestionar el fin de la misma, pues el choque entre la misma y la vuelta a la rutina suele desencadenar un aumento de peso. 

¿Cómo planificar un menú desintoxicante?
- Tomar una dosis de aceite de oliva virgen extra cada noche para estimular la actividad renal.
- Acompañar la dieta de un laxante para que el colon funcione correctamente.
- Simultanear el régimen con un plan de ejercicio o meditación.
- Optar por productos orgánicos.
- Beber grandes cantidades de agua y otros líquidos.
- Seguir la dieta de forma estricta durante la duración de la misma.

10 de octubre de 2013

Embarazo y marcha atrás: ¿cuáles son los riesgos?


A la hora de disfrutar del sexo de forma más relajada y segura, nada mejor que recurrir a algún método anticonceptivo. Afortunadamente, en la actualidad disponemos de una amplia gama de opciones que se adaptan a nuestras necesidades y gustos. Las posibilidades son tan variadas que incluso a veces nos cuesta decidirnos a la hora de optar por una u otra. El criterio de nuestr@ ginecólog@ es esencial, asegurándonos así de que la elección es la más adecuada. Ya sea la píldora, la minipíldora, el parche o el anillo vaginal, el placer está asegurado sin correr riesgos innecesarios. No hay que olvidar otras posibilidades como el DIU (dispositivo intrauterino), que ofrece protección a largo plazo. Muchas mujeres siguen recurriendo, sin embargo, a una técnica muy utilizada en el pasado y cuyos resultados son más que cuestionables. Hablamos de la marcha atrás. ¿Tú la practicas?

¿Por qué recurrimos a la marcha atrás?
En la lista de métodos anticonceptivos se ha incluido tradicionalmente el coitus interruptus, aunque son muchos los especialistas que cuestionan dicha clasificación. Y es que el porcentaje de eficacia que ofrece la marcha atrás en la prevención del embarazo no es lo suficientemente elevado como para considerarlo al mismo nivel que el preservativo, por ejemplo, o la píldora anticonceptiva. De todas formas, son muchas las parejas que optan por él. Los motivos son muy diversos, aunque en muchos casos se reducen a una mala comprensión de la profilaxis sexual. Si hace tan solo medio siglo nuestros padres y abuelos no contaban en general con medidas de protección adecuadas tanto para evitar embarazos no deseados como para no contraer enfermedades de transmisión sexual, los avances registrados desde entonces deberían haber relegado al coitus interruptus al cajón del olvido. Curiosamente, el debate establecido en torno a la sensibilidad proporcionada por los preservativos en el sexo ha favorecido el repunte de la marcha atrás. Frente al uso del los mismos, muchos optan por el coito al natural. Eso sí, no hay que olvidar los riesgos que ello conlleva.

Definiendo la marcha atrás y sus riesgos
Tal y como su propio nombre indica, esta práctica sexual empleada también como método anticonceptivo consiste en la retirada del pene de la vagina antes de que se produzca la eyaculación. La penetración se realiza sin ningún tipo de protección y el hombre ha de controlar el momento de máxima excitación para saber cuándo ha de detenerse. El objetivo es evitar que el semen derramado al llegar al clímax entre en la vagina, pudiendo así producirse la fecundación. Puede que muchos hombres se crean capaces de manejar dicha situación, estando preparados para detenerse y eyacular luego, pero no siempre es tan sencillo. La intensidad de la estimulación puede provocar que el control se pierda y que se produzcan imprevistos… indeseados. Pero eso no es todo. Tendemos a olvidar que antes de la eyaculación como tal, se libera el llamado líquido pre-seminal. Esta secreción previa se libera desde las glándulas de Cowper, no desde los testículos. A pesar de ello, existe la posibilidad de que en ella se encuentren trazas de semen, con pequeñas cantidades de espermatozoides. Ahí reside el principal riesgo de la marcha atrás. Por eso es mejor optar por un método anticonceptivo alternativo. Si prefieres el sexo al natural, no te olvides de tomar la píldora. Y si no, el preservativo es siempre un gran aliado para disfrutar de las relaciones íntimas sin preocupaciones. 

8 de octubre de 2013

Té verde: el aliado de toda dieta para adelgazar


El mundo de la nutrición no está exento de mitos y leyendas que distorsionan nuestra perspectiva sobre los alimentos que tenemos a nuestro alcance. Ya sea por creencias tradicionales erróneas o por algún tipo de promoción lanzada desde la industria alimentaria, periódicamente asistimos a la exaltación o caída en desgracia de decenas de productos. La carne de caballo, la piña, el aceite de girasol o el chocolate son buenos ejemplos de ello. Sin embargo, dichas informaciones no son siempre cuestionables. Y es que en ocasiones nos sirven para conocer más de cerca las propiedades nutricionales de elementos tan beneficiosos como el té verde. Su lista de efectos positivos para la salud es tan larga que resultaría difícil condensarlos en una única entrada. Por eso hoy le dedicamos una especial atención a sus cualidades como potenciador de los planes de adelgazamiento. ¡Descubramos por qué!

¿Por qué el té verde ayuda a adelgazar?
Que el té verde sirve para perder peso es ya una idea aceptada por una gran mayoría de nosotros, aunque en realidad no sepamos muy bien a qué se debe dicha capacidad. Es importante puntualizar que el té verde en sí no nos hace adelgazar, sino que contribuye a mejorar el rendimiento obtenido con una dieta adecuada y una actividad física frecuente. Es, en definitiva, un complemento nutricional excepcional a la hora de conseguir un peso saludable. Esta infusión tiene un importante poder quema grasas, potenciando que el organismo utilice más calorías de lo ordinario. Ello de debe a que el té verde contiene unos niveles elevados de polifenoles, contribuyendo a que el organismo libere noradenalina y se inicie así un proceso acelerado de quema de grasas. Así se aumenta la producción de energía y se elimina una mayor cantidad de lípidos acumulados en el cuerpo. Además, en ese proceso no se pierde masa muscular, tal y como suele suceder con dietas para adelgazar rápido. Es recomendable, por lo tanto, tomar té verde a menudo pero sin abusar de él. Cuanto más pura sea la infusión, mejores serán los resultados obtenidos. 

Otras propiedades del té verde
Y si esta bebida ha demostrado sus cualidades a la hora de aumentar el rendimiento de una buena dieta de adelgazamiento, sus propiedades no se limitan a la quema de calorías. Los expertos han confirmado una larga lista de beneficios asociados al consumo regular de té verde. Es conocido como antioxidante, por lo que ayuda a combatir el envejecimiento, previniendo las arrugas y fortaleciendo los huesos. También contribuye a reducir el riesgo de sufrir artritis y fortalece la memoria, previniendo el Parkinson. Pero eso no es todo. Esta infusión es también buena para la diabetes y la hipertensión, pues ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y actúa reforzando el sistema cardiovascular. Estimula nuestro sistema inmunitario y nos blinda frente a infecciones de oídos, gripes y resfriados. 

Con semejante lista de cualidades, ¿quién puede resistirse al té verde?

3 de octubre de 2013

Embarazo y hemorroides: una incómoda combinación


El embarazo provoca numerosos cambios en la mujer, tanto a nivel físico como psicológico. No en vano, está considerada como una etapa diferenciada dentro de su evolución fisiológica, con un estatus similar al de la adolescencia o la menopausia. Y es que la revolución hormonal que la embarazada sufre no tiene nada que envidiarle a la de la pubertad. Un buen ejemplo de ello es el desarrollo del pecho, preparándose para segregar la leche necesaria para alimentar al bebé al nacer. A medida que la gestación avanza, la anatomía femenina va acomodándose a la evolución del feto. En las últimas semanas, el cuello uterino comienza un lento proceso de dilatación que anuncia ya la proximidad del parto. Además de estas alteraciones, es frecuente que el embarazo traiga asociadas algunas molestias secundarias. El estreñimiento y las hemorroides son algunas de las principales. Veamos por qué y cómo remediarlo. 

Causas de las hemorroides en el embarazo
Las hemorroides no son ni más ni menos que el resultado de la dilatación anormal de las venillas del recto. Pueden provocar desde molestias leves a dolor agudo en los casos avanzados, complicándose con sangrados más o menos abundantes y escozor. En el embarazo suelen darse a causa de la presión creciente que el útero ejerce sobre la zona pélvica, dificultando el riego sanguíneo en la parte inferior del cuerpo. Además, el aumento de los niveles de la hormona progesterona hacen que las paredes de las venas se relajen, haciéndose más sensibles al roce e hinchándose con mayor facilidad. Otro factor que influye en el desarrollo de hemorroides durante la gestación es el estreñimiento. Las propias hormonas provocan que el tránsito intestinal se ralentice, haciendo que la mujer sufra a veces problemas a la hora de defecar. Y ello deriva también en la aparición de hemorroides. 

Trucos para evitar su aparición
Las hemorroides en mujeres embarazadas suelen ser un problema temporal y transitorio. Tras el parto tienden a remitir al haberse relajado la presión en el útero y estabilizarse los niveles hormonales previos. Sin embargo, existe una serie de recomendaciones de lo más útil a la hora de mejorar sus síntomas, intentando evitar su aparición en la medida de lo posible. Lo esencial es combatir el estreñimiento. Una dieta especialmente rica en fibra y el consumo frecuente de agua son básicos. El ejercicio regular y adaptado a la condición física de la mujer también es recomendable, pues así se favorecerán los movimientos intestinales. No se recomienda aplazar el momento de ir al baño, así como tampoco es bueno hacer fuerza al evacuar o permanecer demasiado tiempo sentada. Los ejercicios Kegel, tan beneficiosos para el refuerzo del suelo pélvico, pueden servir para estimular la circulación sanguínea en la zona rectal. Una rutina activa es, sin duda, el estilo de vida más adecuado para alejar la sombra de las hemorroides durante el embarazo.

1 de octubre de 2013

Alimentos que debes evitar en una dieta saludable


Nuestras elecciones en materia de alimentación tienen repercusiones directas en nuestro estado de salud. Si bien es cierto que somos lo que comemos, también está en nuestra mano cambiar nuestra dieta y pasarnos a un plan de nutrición equilibrado y saludable. Sin duda, nuestro organismo nos lo agradecerá y veremos cómo mejora no solo nuestro estado físico general, sino también nuestro ánimo. Eso sí, no siempre es sencillo saber cuáles son los productos más adecuados a la hora de conseguirlo. Toda nuestra determinación puede venirse abajo a causa de una mala elección a la hora de realizar la compra. Y es que estudios recientes demuestran que éste es un factor determinante en la calidad de vida, así como en la longevidad de las personas. Cuidemos la calidad nutricional siguiendo algunas simples recomendaciones. 

Tacha de tu lista de la compra
-Alimentos envasados. A pesar de que sean muy prácticos y nos ahorren mucho tiempo y esfuerzo a la hora de cocinar, no debemos caer en la tentación de abusar de los productos envasados y de los procesados. No en vano, se encuentran a la cabeza de los alimentos más perjudiciales para la salud.  Los preparados cárnicos, por ejemplo, contienen bisfenol A, un compuesto orgánico que evita que la materia prima se degrade. 
- Margarina. Mientras los especialistas se esfuerzan por inculcarnos que el aceite de oliva es la clave de la alimentación sana, el consumo de margarina y mantequilla no disminuye. Las grasas hidrogenadas contenidas en la primera hacen que se vea relegada a la lista de los productos que hay que evitar a causa de los riesgos que conlleva para la salud.
- Patatas fritas de bolsa. Ricas en sabor, pero también en grasas y calorías, las patatas fritas no pueden faltar en el ranking de los alimentos menos recomendables. No solo son perjudiciales para nuestra línea, sino también para nuestro organismo. Especialmente malas son las variantes que añaden aromatizantes, pues a las sales añaden un alto contenido en sustancias químicas que son las que crean el sabor. 
- Bebidas gaseosas. Por muy refrescantes que nos resulten, este tipo de productos no deja de ser una tentación que debemos evitar. Los refrescos tienen un porcentaje muy elevado de azúcares y un consumo excesivo puede provocar desarreglos en nuestro organismo, desde problemas de estómago a prediabetes. 
- Salsas saladas y dulces. ¿Cuántas veces no habremos echado mano de salsas preparadas para aderezar nuestros platos? Hay que tener cuidado con el abuso de las mimas, pues está demostrado que para conservar su gusto y consistencia incorporan aditivos perjudiciales para nuestra salud. 

Pero, por otra parte…
también hay un número importante de productos a nuestro alcance que son de lo más recomendable en una dieta equilibrada. La fruta, por ejemplo, cumple con numerosas funciones. Saciante, rica en diversas vitaminas y con un bajo aporte calórico, no debería faltar en nuestras mesas. En general, se recomienda recurrir a alimentos de temporada, aprovechando siempre sus propiedades en la estación correspondiente. ¿Has hecho ya la lista de la compra?