29 de mayo de 2013

Claves para adelgazar y mantener tu peso ideal

Son muchas las mujeres -y hombres- que a estas alturas están inmersos en plena contrarreloj para librarse de esos quilos demás que cada temporada amenazan con arruinar los outfits playeros. Si te agobia la perspectiva de no lograr tus objetivos y verte sometida a una espiral de pérdida y aumento de peso, necesitas nuestras sugerencias para llevar a cabo una operación bikini con éxito. Evita el efecto rebote siguiendo una serie de sencillas pautas. ¡Porque las dietas no tienen por qué convertirse en una tortura china!

¿Cómo cuidar la línea?
En muchas ocasiones, perder peso no es el paso más difícil a la hora de mejorar nuestro aspecto físico. Sometiéndonos a una dieta y combinándola con una dosis de ejercicio podemos adelgazar una media de entre 3 y 5 quilos al mes. Sin embargo, lo complicado suele venir después de eso. Es esencial aprender cómo afrontar el proceso de consolidación de la pérdida de peso para no caer en trampas que nos hagan dar al traste con lo logrado hasta el momento. Para triunfar tras la dieta, es importante respetar las guías nutricionales seguidas durante la misma, manteniendo un nivel alto de motivación y compromiso. El descanso será, junto con la actividad física, el mejor complemento para mantenerte en tu peso ideal. Destierra la tiranía de los regímenes exprés y respeta los siguientes pasos:

- Cambia tu rutina. No deseches los nuevos hábitos alimenticios que has adquirido. Son más que una serie de normas para adelgazar: son una garantía de salud.
- Ponte las pilas. El sedentarismo es el mayor enemigo de las dietas de adelgazamiento. No esperes conseguir tus objetivos quedándote todo el día en el sofá. Una buena de ejercicio aeróbico no solo te ayudará a perder peso, sino que mejorará tu estado de ánimo.
- Bebe mucha agua. Te permitirá eliminar toxinas y evitar la retención de líquidos
- Descansa bien. En la medida de lo posible, intenta dormir al menos 8 horas al día. Así también te sacarás de encima la ansiedad que te lleva a picar entre comidas. 
- Intenta variar los menús. Con una alimentación diversa y divertida, es más fácil disfrutar del placer de comer a dieta. Eso sí, regálate un día a la semana para darte un capricho nutricional. 
- Busca ayuda en tu familia y amigos. Ellos serán tu mejor apoyo a la hora de mantener tus propósitos. 

Ahora que has conseguido recuperar tu peso ideal, ¡consérvalo!


27 de mayo de 2013

¿Buscas tratamientos contra el acné?



El aspecto de nuestra piel es algo muy importante. Y es que es el mejor reflejo del estado general de nuestra salud. Por mucho que nos esforcemos por ocultarlo, en ella pueden leerse desde el estrés hasta los excesos con la comida o la bebida, pasando por la sobreexposición al sol o ciertos rasgos genéticos. Además, por si lo anterior fuera poco, el acné pesa sobre nosotras como una espada de Damocles. A pesar de lo que much@s creen, esta enfermedad dérmica no es exclusiva de los adolescentes. Los adultos también la sufre, ¡y de qué manera! Puesto que en las mujeres la predisposición a desarrollar este problema de la piel es si cabe mayor, nos interesamos por las soluciones más eficaces para atajarlo. Para que el acné no nos gane la batalla.

¿Qué es exactamente el acné?
Todos conocemos las manifestaciones del acné y sus cicatrices, pero ¿sabemos realmente a qué se debe? A decir verdad, se trata de una enfermedad de las glándulas sebáceas, responsables de la producción de grasa en nuestra piel. Cuando se bloquean los folículos pilosos que las conectan con los poros, se genera un grano o espinilla. Suele producirse en áreas localizadas del cuerpo, como la cara y el torso. Y es que es en esas partes en las que se registra una mayor concentración de folículos. La intensidad de los brotes de acné es variable y puede ir de simples inflamaciones en forma de pequeñas pústulas a las lesiones pustulosas y dolorosas de su versión más grave. Las alteraciones hormonales suelen ser sus principales causantes (de ahí que se dé sobre todo en adolescentes o en mujeres, en determinadas fases del ciclo menstrual), pero también puede verse favorecido por el estrés, algunos tipos de medicamentos en incluso la sobreexposición al cloro.

Tratamientos para el acné

Aunque investigaciones recientes han servido para desmitificar algunas teorías sobre la relación entre la dieta y el desarrollo del acné, sí es cierto que determinados alimentos, si bien no provocan esta infección de la piel, tienden a agravarla. Por eso, es muy importante evitar en la medida de lo posible productos como el chocolate o los fritos, que aumentan las secreciones sebáceas en nuestro organismo. Además de medidas preventivas, el acné puede combatirse con fármacos de uso tópico, antibióticos y otros tratamientos complementarios (como exfoliaciones, rayos láser, fototerapia, etc.). Las cremas específicas a base de retinoides o antibióticos sirven para combatir las bacterias causantes de esta enfermedad. Son eficaces a medio plazo, mejorando el aspecto de la piel. Los medicamentos tópicos para el acné tienen también su versión oral, a la que se añaden tratamientos hormonales. De hecho, la píldora anticonceptiva Diane 35 de Bayer se usa en la actualidad para curar y prevenir este tipo de patología dérmica de origen androgénico. Una exposición moderada al sol puede ser muy positiva, al igual que usar un jabón antiséptico para lavar la piel y cosméticos no grasos. ¡Todo sea por mejorar el aspecto de nuestra piel!

22 de mayo de 2013

¿Cansada de los autobronceadores? ¡Disfruta del sol!




Ya queda menos para disfrutar de un merecido descanso este verano. Ya sea en la playa, en la montaña, de Rodríguez en la ciudad o en algún destino lejano, las vacaciones saben a sol y calor. A estas alturas, ¿quién no ha soñado con conseguir un bronceado de infarto con el que ponerle los dientes largos a todo el mundo? Si ya has comenzado a rastrear en las estanterías de tu droguería habitual en búsqueda del autobronceador que elimine la palidez que el invierno le ha imprimido a tu piel, no desesperes. Las opciones para lucir un moreno de lo más favorecedor van mucho más allá. 

Claves de los autobronceadores
Están pensados para sustituir el proceso natural de exposición prolongada al sol. Se presentan en muchos formatos y sus rendimientos son también de lo más variado. Desde las toallitas a los sprays, pasando por las cremas o las pistolas de uso casero, nos toca a nosotras elegir cuál es el más adecuado en función de los resultados que deseamos. Es imprescindible seguir al pie de la letra las instrucciones de uso, si no queremos un acabado a manchar y poco uniforme. Para mejorar la calidad del bronceado obtenido, podemos optar por exfoliar la piel antes de aplicar el producto. La piel deberá estar limpia y seca a la hora de hacerlo. El efecto será visible en tan solo unas horas. Eso sí, para consolidarlo se recomienda seguir aplicando el autobronceador cada dos días. 

Bronceado natural
Aunque el autobronceado haya ganado mucho terreno, el sol sigue siendo un gran aliado a la hora de lucir moreno. Eso sí, es muy importante tomar ciertas precauciones a la hora de tomarlo. Por mucho que queramos acelerar el proceso, no debemos caer en la tentación de no aplicarnos un buen protector solar. Gracias a él estaremos protegidas no solo de las quemaduras, sino del riesgo de sufrir cáncer de piel u otras patologías dérmicas. Lo más recomendable es aplicar una crema de factor 15 ó 20 varias veces al día. Las gafas de sol no deben faltar en nuestro kit de playa. ¡Fuera arrugas de expresión!

20 de mayo de 2013

Preguntas frecuentes sobre las varices



Las varices –también conocidas como venas varicosas o arañas vasculares- constituyen todo un quebradero de cabeza para miles de mujeres. Si bien en la fase inicial de su desarrollo existe una clara tendencia a relegarlas al estatus de problema puramente estético, su agravamiento revela la dimensión real de esta patología de origen cardiovascular. A pesar de que no son exclusivamente femeninas, su menor incidencia en los hombres hace que a menudo se hable de las varices con acento de mujer. Veamos qué son y cómo pueden tratarse (o prevenirse).

Mala circulación, sinónimo de varices
Cuando empiezan a aparecer en nuestras piernas esas venillas sobresalientes y notamos pesadez en las piernas, dolor e incluso hinchazón en los pies o tobillos es que algo no va del todo bien en nuestro sistema circulatorio. Las varices suelen ser el resultado de la insuficiencia venosa, es decir, de las venas desbordadas y dilatadas ante la dificultad de bombear la sangre de vuelta al corazón. Las causas por las que se dan son múltiples, pero normalmente están relacionadas con factores como la obesidad, el estreñimiento, una mala higiene de las posturas a la hora de sentarse, el tabaquismo o el sedentarismo. Por otra parte, estudios recientes apuntan a que el uso de anticonceptivos por vía oral podría estar provocar el aumento de los casos de varices entre mujeres jóvenes. No en vano, se estima que la progesterona - hormona femenina contenida también en las píldoras y cuyos niveles aumentan durante el embarazo- daña la pared venosa.

¿Cómo tratar y prevenir las varices?
La prevención es esencial a la hora de reducir las posibilidades de sufrir varices. Hay toda una serie de hábitos que podemos adoptar para mejorar la salud vascular de nuestras piernas, de forma sencilla y sin apenas alterar nuestra rutina cotidiana. Lo primordial es evitar permanecer durante demasiado tiempo en una posición estática, ya sea de pie o sentadas. Los zapatos de tacón –sobre todo si es muy alto- no son recomendables. Tampoco es conveniente exponerse durante mucho tiempo al sol o al calor, pues se activa la vasodilatación. Pero, por encima de todo, es imprescindible vigilar nuestra alimentación para controlar el peso. Si las varices ya hayan surgido, podemos echar mano de las no siempre cómodas medias elásticas compresoras. Los baños en agua más bien fría y con las piernas en alto sirven para descongestionar la circulación. Solo en casos avanzados se recomienda la cirugía, que consiste generalmente en extirpar la vena principal a modo de último recurso. ¡Cuidemos de nuestras piernas!

15 de mayo de 2013

Todo lo que necesitas saber sobre la píldora del día siguiente




Hay ciertos medicamentos que, por lo muy presentes que están en nuestro día a día, tendemos a creer que conocemos al dedillo. Un buen ejemplo son las pastillas anticonceptivas femeninas. Quien más, quien menos ha tomado en un momento dado este tratamiento hormonal o conoce a alguna mujer en su entorno que lo haya hecho. Así, nos vemos capaces de hablar de sus efectos, su rendimiento, su nivel de seguridad o sus efectos secundarios con un aplomo que en ocasiones nos lleva a sacar conclusiones un tanto peregrinas. Los últimos meses, en plena efervescencia del debate sobre las contraindicaciones de los anticonceptivos combinados por vía oral, han servido para crear nuevos mitos en torno a este fármaco y alimentar otros ya existentes. La relación entre la píldora y el aumento de peso, los riesgos de accidente vascular, el fantasma de la infertilidad y tantas otras cuestiones se han puesto ahora de nuevo sobre la mesa. El cuestionamiento de Diane 35 nos ha hecho darnos cuenta de lo poco que realmente sabemos sobre este tema. Y si escasos son nuestros conocimientos en esta materia, podemos aventurar que más pobres serán en lo que respecta a la píldora del día después. Por eso, hoy le dedicamos un espacio en exclusiva.

¿Qué es la píldora del día siguiente?
Se trata de un medicamento anticonceptivo de emergencia que puede administrarse para evitar quedarse embarazada como consecuencia de haber mantenido relaciones sexuales sin protección o tras haber fallado el profiláctico utilizado. En contra de lo que muchos consideran (erróneamente), no se trata de una pastilla abortiva. En ningún caso servirá para detener el normal desarrollo de un feto ya gestado, por lo que no puede emplearse como sistema para interrumpir un embarazo no deseado. Su función preventiva hace que sea necesario usarla en un corto plazo tras haber practicado sexo. Dependiendo del modelo de pastilla del día después administrada, el margen de actuación irá desde las 72 a las 120 horas. Eso sí, el nivel de efectividad de la misma varía a medida que trascurre el tiempo. En España las más comercializadas son ellaOne (HRAPharma) y Levonelle (Bayer), administrables en monodosis.

Efectos secundarios de la píldora del día después
Cualquiera de las pastillas del día siguiente disponibles en el mercado cuenta en su composición con: un derivado hormonal llamado levonorgestrel, acetato de ulisprinal o mifepristona.  La dosis de estos compuestos puede provocar reacciones adversas en el organismo de la mujer, pero éstas tenderán a remitir con el paso de los días. Las náuseas, los mareos, el machado menstrual, las molestias o el dolor abdominal, así como una mayor sensación de cansancio son frecuentes. En caso de observar otras complicaciones o de que las anteriores sean persistentes, lo más aconsejable es recurrir al doctor de familia o al ginecólogo. Una información adecuada es sin duda lo más útil a la hora de hacer uso de la píldora del día después. No sigamos considerando que se trata de un simple anticonceptivo.

13 de mayo de 2013

¿Cuna o colecho? Dudas sobre dormir a un bebé


Acabas de ser mamá por primera vez y te sientes un poco perdida en tu nuevo rol. Todos los miedos que tenías en lo referente al parto y a la salud del bebé han quedado atrás, pero surgen ahora nuevas dudas. El instinto y la intuición, así como la ayuda de familiares, amigos y otros padres experimentados te servirán de guía. La alimentación del recién nacido y la interpretación del llanto son algunos de los principales rompecabezas de las nuevas madres. Aunque últimamente arrecia la polémica sobre qué hábitos adoptar a la hora de poner a dormir al bebé. ¿Es bueno dormir con él o es mejor dejarlo en la cuna desde el principio?

Dormir o no dormir con el bebé
Hasta hace un par de siglos, esta cuestión no admitía debate. El poco espacio disponible para la crianza de los hijos obligaba a menudo a los padres a compartir lecho con los más pequeños. Sin embargo, las mejoras en las condiciones de vida generales y ciertos cambios sociológicos han permitido que los niños tengan su propio espacio. Eso sí, muchos son los padres que se resisten a dejar al bebé en la cuna. Prefieren llevárselo a la cama con ellos. Las razones son variadas y de naturaleza diversa, pero los no partidarios de esta práctica también tienen mucho que decir. En medio de este intercambio de opiniones, la comunidad médica y las asociaciones de pediatras no consiguen ponerse de acuerdo. Todo depende del enfoque que se le dé al proceso de crianza del bebé, así como a la perspectiva que se adopte a la hora de entender su seguridad. 

El colecho a examen
Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria se reivindica la importancia del colecho por sus beneficios para el bienestar del bebé. Argumentan que éste, al compartir cama con sus padres, se despierta con mayor frecuencia y reduce el sueño profundo. Así estaría más protegido contra el riesgo de muerte súbita. Además, tendría un acceso directo a la madre para mamar más a menudo. Otras voces apuntan a que también se refuerzan los vínculos emocionales entre los padres y los hijos, mejorando el nivel de empatía de estos. Eso sí, en el polo opuesto se sitúan los que critican el colecho por la dependencia que crea en los niños o los riesgos de seguridad que entraña para ellos. El Grupo de Trabajo para el Estudio y Prevención de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría (AEP) defiende este extremo. La mayoría de los profesionales de la medicina suelen mantenerse neutrales en este debate. Toca a los padres decidir. De hacerlo, las recomendaciones de la UNICEF para un colecho seguro pueden ser muy útiles. 


8 de mayo de 2013

Planes para el verano: llega la dieta de puntos

Cada primavera nos bombardean cientos de nuevos planes dietéticos a cada cual mejor y más eficaz a la hora de bajar esos quilillos de más que hemos acumulado bajo los jerséis invernales. A la vuelta de la esquina se encuentra el temido verano, en el que tendremos que pasar la prueba de fuego de ponernos el bikini o bañador de turno y lucir estupendas. Para las que buscan una forma equilibrada de controlar su peso, la dieta de puntos parece una opción de lo más atractiva. Parece la última novedad en tratamientos para adelgazar, pero, en realidad, es un plan nutricional originario de los años '60. En plena fiebre vintage, ¡recuperamos las dietas de nuestras madres y abuelas!

¿Qué es la dieta de puntos?
Este programa para adelgazar, cuyo nombre puede equívocamente recordarnos a las penalizaciones de la DGT española, fue ideado por el estadounidense Jean Nidetch. A él se le ocurrió la posibilidad de sustituir las cuentas de calorías por las de puntos. De esa forma, la pérdida de peso se convertiría en un proceso menos estrenaste para la persona. ¿Sus claves? La idea original ha ido evolucionando con el tiempo, pero se trata esencialmente de una dieta hipocalórica combinada con ejercicio físico. El objetivo es adecuar la ingestión de calorías a las necesidades reales de la persona, siempre en combinación con  una vida activa. 

Para entender la dieta de puntos
Esta dieta funciona con una tabla que atribuye puntos a cada ración de los alimentos más comunes. No se trata de pesar las cantidades ingeridas, sino de valorar su contenido en fibra, proteínas, grasas e hidratos de carbono. Para saber el número total de puntos de los que dispone cada uno, hay que tener en cuenta hasta seis factores: sexo, edad, peso actual, estatura, tipo de actividad y el objetivo a alcanzar con la dieta en cuestión. En función de eso, la persona decide cómo administrarlos. Además, se pueden ganar puntos extra haciendo ejercicio. Cada día se considera un punto de partida, por lo que no sirve echar mano de lo acumulado en jornadas sucesivas. La dieta de puntos promete no solo resultados, sino también una forma más amena de lograrlos. 


6 de mayo de 2013

¿Puedo beber cerveza durante la lactancia?



Cada cierto tiempo surgen nuevas teorías sobre lo que es recomendable o no para la alimentación de una futura mamá o una lactante. A veces estas informaciones son tan contradictorias que, en lugar de servir de guía efectiva a las mujeres, no hacen más que confundirlas. Al final, acaban viéndose en una encrucijada, intentando determinar si pesan más los pros o los contras del producto en cuestión Está claro que lo mejor es seguir una dieta sana y equilibrada, rica en los nutrientes esenciales y bien cuidada. Sin embargo, en materia de bebidas la cosa cambia. Por ejemplo, ¿hasta qué punto es conveniente o no beber cerveza durante el período de lactancia?

La alimentación de la lactante: una cosa de dos
En contra de lo que muchas puedan considerar (sobre todo si son madres primerizas) la época de la lactancia no requiere ninguna planificación dietética especial. Un plan nutricional completo será más que suficiente para garantizar no solo la cantidad de leche que produce el organismo femenino para alimentar al bebé, sino también la calidad de la misma. A pesar de que el cuerpo de la mujer tiende a compensar cualquier deficiencia para que el lactante no se vea afectado, es recomendable evitar dietas radicales que puedan disminuir los aportes en nutrientes esenciales. Así estaremos transfiriéndole al bebé una buena dosis de vitaminas, minerales, etc. Además, la tarea misma de criarlo requiere energía y ¡qué mejor manera de recargar las pilas que comiendo bien!

¿Cerveza y lactancia?
Muchos pediatras y especialistas recomiendan encarecidamente suprimir o reducir al mínimo la ingesta de bebidas alcohólicas. Sin embargo, otros subrayan las cualidades que el consumo moderado de vino o cerveza puede tener para la madre lactante. De hecho, desde el servicio de Pediatría del Hospital Doctor Peset de Valencia, la doctora Pilar Codoñer ha presentado un estudio en el que defiende esta teoría. En "Efecto de la cerveza sin alcohol sobre la leche materna", explica que ésta bebida puede contribuir a ralentizar la disminución de la actividad antioxidante en la leche materna, con el beneficio consiguiente para el bebé. Además, la cerveza sin alcohol previene la oxidación celular en la mujer. De todas formas, recomienda un consumo responsable. 

1 de mayo de 2013

Quedarse embarazada y tomar café: ¡cuidado!




Acabas de saber que estás embarazada y te sientes la mujer más feliz del mundo. Pero no todo son alegrías. De repente, empiezas a replantearte todos tus hábitos. Intentas ser racional, pero las hormonas te superan en la carrera por recuperar la normalidad. Entonces las dudas te asaltan y comienzas a analizar con lupa desde tu forma de comer hasta la ropa que usas. ¿Acaso el elástico o los tejidos sintéticos pueden influir en el desarrollo de tu bebé?, ¿debo empezar a pensar en la ropa premamá o puedo seguir vistiendo la mía hasta el final? Todas esas preguntas que a una mujer no gestante le resultan de lo más estrafalario no tienen a menudo respuesta. La alimentación se lleva la palma en este terreno. Muchas son las que dudan si beber un poco de vino y cerveza o dejarlos por completo. ¿Y qué decir del café? Es una de las bebidas que más controversia despierta.

¿Café durante el embarazo?
En realidad, a día de hoy los especialistas siguen sin ponerse de acuerdo sobre este tema. Sin embargo, hace unos años se dio a conocer un estudio que relacionaba el consumo de café y el riesgo de aborto espontáneo o nacimiento sin vida del feto. En las embarazadas dicho índice era dos veces mayor en las consumidoras de bebidas con cafeína que en el resto. Además, concluía que el ritmo cardíaco de los bebés podría verse afectado, acelerándose. Otras consecuencias sobre el mismo podrían ser un menor peso al nacer o un parto prematuro. En la madre, la cafeína puede provocar complicaciones como insomnio, nerviosismo y dolores de cabeza, además de aumentar la producción de ácidos estomacales. Incluso llega a desencadenar cuadros de tensión alta (preeclampsia) durante el embarazo. Por si ello fuera poco, se sabe que las bebidas como el té y el café contienen fenoles, unos compuestos que bloquean la absorción de hierro. Dado que durante la gestación éste tiende a disminuir, es recomendable moderar el consumo de otros alimentos que entorpezcan su absorción por el organismo. 

Controlando la alimentación durante el embarazo
Sabemos que la forma en que la mujer vive el embarazo es esencial para el correcto desarrollo del feto. La obesidad o el sobrepeso son algunos de los factores más decisivos en el desarrollo de patologías posteriores por parte del bebé. Por eso es muy importante cuidar la alimentación, evitando en la medida de lo posible caer en la tentación de picar dulces o salados y controlando al máximo el tipo de "antojos" que la futura mamá tiene. Seguir una dieta sana y equilibrada minimizará no solo la posibilidad de que el bebé sufra algún daño, sino que mejorará el estado general de la mujer. No hay que olvidar que son muchas las que tienden a desarrollar diabetes gestacional, una enfermedad que, si bien puede ser transitoria, aumenta las posibilidades de convertirse en insulinodependiente a medio plazo.