17 de abril de 2013

Ejercicios de Kegel, bolas chinas…¿cómo mejorar el suelo pélvico?


En los últimos años hemos comenzado por fin a hablar de uno de los problemas fisiológicos que más afectan a las mujeres: el deterioro del suelo pélvico. Hasta entonces, poco conocíamos sobre esta patología cuya mayor incidencia se registra en la edad madura y que puede llegar a condicionar el desarrollo satisfactorio de la rutina diaria de quien la padece. Y es que tendemos a reducir la salud sexual y general de la mujer a la planificación de la anticoncepción, por ejemplo. En la actualidad existen ya terapias especializadas que ayudan a mejorar las manifestaciones del deterioro del suelo pélvico y reducen las molestias asociadas. Veamos en qué consisten. 

¿Qué es el deterioro del suelo pélvico?
Casi un tercio de la población femenina lo sufre, pero, a pesar de ello, todavía existe un cierto desconocimiento alrededor de sus síntomas y causas. En general, podemos decir que suele manifestarse a través de tres vías distintas: problemas urinarios, complicaciones intestinales o dificultades sexuales. La musculatura de la zona pélvica y genital tiende a debilitarse, sobre todo tras la maternidad. Otros factores que pueden dañarla son el estreñimiento o la tos crónicos. El deterioro del suelo pélvico suele derivar en incontinencia urinaria, anal o diversas disfunciones sexuales. Las mujeres que lo sufren tienden a ocultarlo. Se sienten avergonzadas por esta patología que les impide a menudo controlar su orina o mantener relaciones sexuales satisfactorias. Tienden a considerar, por ejemplo, que la falta de control sobre sus esfínteres es una señal del envejecimiento. La resignación es la tónica dominante. 

Tratamiento para mejorar el suelo pélvico
Se estima que hasta un 11% de las mujeres a nivel mundial deberá someterse a una operación quirúrgica para paliar las consecuencias del deterioro del suelo pélvico. Dichas intervenciones, de tipo ambulatorio, suelen consistir en la colocación de bandas suburetrales que tienen como función sostener la región central de la uretra. Pero antes de adoptar este tipo de medidas, los especialistas recomiendan otras terapias alternativas. Los ejercicios de Kegel son muy recomendables. Sirven para fortalecer la musculatura pélvica y consisten en la contracción y distensión repetida del llamado músculo subcoccígeno. Así se mejora su fuerza y su resistencia. Otra alternativa son las bolas chinas. Además de servir para la estimulación sexual pueden ser muy útiles para estimular las paredes vaginales con su movimiento. Las dos opciones son complementarias, aumentando su rendimiento al combinarlas. 

1 comentario:

  1. Muy buen artículo de introducción, felicidades Marta. Sólo una cosilla, la foto, son bolas anales. Arriba te pongo un enlace con varias bolas chinas.

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